Ad portas de una celebración del Día del Padre, revista Velvet se reunió con Tita Ureta, conductora del espacio De Paseo de Mega y su papá Emeterio, donde conversaron distendidamente y en confianza de sus vidas, sus proyectos en conjunto y anhelos personales. Está convencida de que si no fuera por su padre Emeterio, no estaría donde está y reconoce que desde los 18 años tiene una productora propia y no paró nunca más.
Sentarse a esperar que la llamen no es lo suyo: prefiere crear libremente y entregar contenidos con cercanía y espontaneidad. Ha sido una fórmula exitosa, donde Tita –surfista acérrima– ha podido mostrar su sello. Uno que describe como “mostrar voces de Chile que no tienen voz”. Por eso, recorre el país de norte a sur “con la excusa del agua para tocar temas medioambientales y conocer diferentes realidades, con espontaneidad”, como explica.
Su pasada por el festival de febrero fue muy intensa y llena de aprendizajes, reflexiona Tita. “Yo estoy trabajando silenciosamente, haciendo mi carrera, y quiero estar bien preparada si algún día llega esa oportunidad… Me di cuenta de lo tremendamente exigente que es esa semana festivalera y lo importante que es el trabajo en equipo. Uno se muestra ahí como persona, pero hay tanta gente trabajando atrás de uno para que funcione, y eso a mí me encanta. El Festival de Viña, la Teletón y el fútbol son instancias que unen a todos los chilenos y tener la oportunidad de estar ahí para mí es un tremendo regalo. Espero estar a la altura”.
En este diálogo, su padre Emeterio aborda a su hija y le dice: “Quiero que tengas guagüita luego… me da un poquito de susto que pasen más años y después se te pase el cuarto de hora”…
Respecto a la maternidad, Tita Ureta comparte con Velvet: “Yo también tengo un poco de miedo de demorarlo mucho, pero creo que voy a encontrar el mejor momento. Profesionalmente, lo ideal es no ser mamá hasta los 36 o 37 años, pero es cierto que la mujer tiene un reloj biológico. Y así como soy súper responsable en hacer bien mi trabajo, si voy a ser mamá me gustaría tener tiempo de calidad con mis hijos también. La maternidad es algo que anhelo con todo mi corazón y cuando llegue ese momento, quiero estar completamente presente, dedicarme en cuerpo y alma a esa nueva etapa. Las expectativas ajenas no tienen que ser las que escriban el guión de tu vida. Las mujeres hemos conquistado tantos espacios donde nuestras vidas profesionales florecen, donde exploramos nuestros talentos y tenemos la libertad de viajar, de crear y de liderar. Estoy viviendo un momento de plenitud en muchos sentidos y mi prioridad es estar realmente preparada, emocional y vitalmente, para entregarme por completo a la aventura de ser madre, cuando me toque. Ese es un regalo que me quiero dar a mí misma y, por supuesto, a mi futuro hijo o hija, si Dios quiere. Admiro muchísimo a las mamás que son de verdad super women; me inspiran. Muchas mujeres que trabajan la hacen toda. Si Dios quiere, podré ser mamá y me encantaría ser una mamá 4×4”.
Pero ante esa explicación, el padre de Tita no se queda atrás y le replica: “¿Estás en campaña?”. Ante lo cual, ella explica: “Más que estar en campaña, estoy tomando todos los resguardos para que pronto sea el momento y esté todo bien para que pueda ser mamá. Cuando dice que está “tomando todos los resguardos”, Tita se refiere a una serie de exámenes a los que se ha sometido en el último tiempo. Quiere hacer las cosas bien.
Y agrega: “Me estoy tomando el tema de la maternidad con calma. Creo firmemente en los tiempos perfectos y en que el universo tiene una manera maravillosa de alinear las cosas. Por mientras, me chequeo: el conteo ovárico, las mamas y todo lo que el organismo pide para un posible embarazo. Me encontraron pólipos en el útero y me los tuve que sacar. La verdad, pasé susto. Soy una mujer sana, deportista, me alimento bien, pero hay que escuchar el cuerpo, que a veces prende alarmas”.
Ante la pregunta que opina Spiro Razis, su pareja que es skater profesional, sobre convertirse pronto en padres, la figura de Mega revela: “Amamos nuestra libertad, somos eternos pololos, nos complementamos, somos equipo, nos admiramos y nos hacemos bien. Él ha respetado que pueda cumplir mis sueños laborales y que quizás pronto puedan complementarse con la maternidad”.
A mucha gente le llama la atención que Tita y Spiro tengan la misma diferencia de edad que el papá y la mamá de la animadora: 16 años. A Emeterio no. Ante la pregunta sobre la diferencia de edad, Tita comparte por primera vez: “Agradezco mucho que Spiro sea una persona que tenga la vida resuelta y en paz. Tener una relación en paz es un verdadero lujo. Él ya viajó, ya hizo mucho; hoy somos equipo y viajamos todo el rato juntos. Nos complementamos harto. Es bonito que él me acompañe, y me ha ayudado en todos mis sueños. Como que me vuelve a mis raíces. Y hoy en día, lo más difícil y lo más lindo de tener una relación es tener esa paz”.
Su lado más reflexivo
Paulina Fischer, la mamá de Tita, falleció cuando tenía 33 años, la misma edad que la animadora tiene hoy. Apenas un par de años antes de su partida, siguiendo la recomendación de Emeterio, Paulina había decidido dejar de trabajar para estar más con Tita y su hermano, Emeterio “junior”, pero no alcanzó a disfrutar a sus hijos, porque enfrentó un cáncer de mama fulminante. Una experiencia que marcó a fuego la vida de Tita y muy especialmente la relación con su papá.
“No puedo creer lo joven que era mi mamá cuando se fue de este mundo. Es un miedo con el que cargo, porque el cáncer de mama es súper hereditario. Yo por eso he sido muy responsable de hacerme todos los chequeos, todos los exámenes, para no pasar susto. Además, que mi mamá se haya ido de este mundo a esta edad hace que me ponga más reflexiva y nostálgica, que vea la vida con más cautela”, asegura Tita con un tono más reflexivo.
Hace poco Emeterio sufrió un preinfarto y un accidente cerebrovascular. Hoy ambos están enfocados en sacar su podcast para contar las historias de su papá junto a ella. Él acaba de cumplir 80 años y derrocha complicidad con su hija. “Eres el papá que toda persona merece tener. El que está presente, te inculca valores, pasa tiempo de calidad contigo. Eres el papá que se preocupa, que siempre está ahí, que escucha, que es alegre y está siempre tirando para adelante”.