Es uno de los cánceres más prevalentes en la población masculina, pero su diagnóstico no siempre se produce con la rapidez necesaria para mejorar las expectativas de tratamiento y recuperación. Se trata del cáncer de próstata, que si se detecta en etapas iniciales, se estima que puede tener una tasa de curación sobre el 90%.
Existe la percepción de que los hombres tienden a ser más reacios que las mujeres a la hora de consultar al médico y más aún cuando se trata de controles preventivos y no de la aparición de síntomas que impulsen a buscar ayuda especializada, sostiene el doctor Juan José Villavicencio, urólogo de Cordillera Interclínica: “y lamentablemente, en el caso del cáncer de próstata, esta conducta es fundamental, ya que es una enfermedad que es completamente asintomática en sus estadíos iniciales. Habitualmente cuando aparecen los síntomas, estos tienen relación con la diseminación a distancia de la enfermedad, como por ejemplo, el dolor óseo por compromiso tumoral de los mismos. Una consulta tardía retrasa el diagnóstico oportuno y la oportunidad de poder ofrecer tratamientos con un mejor pronóstico”.
Son factores culturales, sociales y psicológicos los que pueden influir en esta decisión de acudir al médico. Para muchos hombres, el autocuidado y la consulta de salud aún están asociadas con conceptos erróneos de debilidad y falta de fortaleza. “Existe una serie de estereotipos tradicionales de masculinidad que hablan de resistencia al tacto rectal, que es parte del examen físico necesario para establecer la sospecha de cáncer de próstata, y que desgraciadamente aún están arraigados en nuestra cultura. Si a eso le sumamos la sobrecarga laboral y el poco tiempo disponible de los pacientes para dedicarse a sus controles preventivos de salud, podemos comprender porqué el cáncer de próstata es uno de los cánceres con mayor mortalidad en el mundo ”, precisa el doctor Villavicencio.
Detección sencilla
El cáncer de próstata se detecta precozmente a través del test de antígeno prostático específico, examen sanguíneo que mide los niveles de una glicoproteína producida por el órgano masculino. “Es un control bastante simple y forma parte del grupo de exámenes de sangre que pide cualquier médico en un control regular. Si este examen está alterado o si se encuentra alguna irregularidad en el tacto rectal, se solicitarán otras pruebas para confirmar o descartar el diagnóstico” sostiene el especialista.
Según datos de Interclínica, grupo que cuenta con cinco clínicas en cuatro regiones del país, si se compara una proyección de 2024 con los exámenes de antígeno prostático realizados en la red el año pasado, se produce una caída de 9%. Lidera la baja Interclínica Los Carrera (Quilpué) con un 15% menos en comparación con 2023 y continúa Los Leones Interclínica (La Calera) con un 13%, mientras que en Cordillera Interclínica (Santiago) la caída llega a 6% y en Tarapacá Interclínica (Iquique) la variación es solo de un -1%.
A todos los hombres que hayan cumplido los cincuenta años de edad, su médico le incluirá obligatoriamente la toma del antígeno prostático en sus exámenes de sangre de rutina. “También es posible que se le pida antes el examen. Si existen antecedentes familiares diagnosticados con este cáncer el exámen debiera solicitarse anualmente desde los 40 años”, precisa el urólogo.