Cuando se trata de conectar con otras personas, ya sea romántica o “platónicamente”, el objetivo es crear relaciones sanas, amables y equitativas. Para Bumble, la aplicación de citas donde las mujeres dan el primer paso, este es un valor clave. Y está claro que los chilenos están de acuerdo, pues en una encuesta de Bumble, la mayoría de los encuestados (86%) dijeron que la honestidad y la empatía son más importantes que la apariencia física cuando buscan pareja. En la misma encuesta, casi la mitad de los encuestados (48%) considera que la falta de disponibilidad emocional y de claridad de intenciones son factores determinantes para decidir si continuar en una relación o no.
Un concepto que ha cobrado relevancia en los últimos años y que se centra en fomentar conexiones más saludables entre las personas es la “responsabilidad afectiva”. Para ayudarnos a entender mejor en qué consiste este concepto y por qué deberíamos empezar a practicarlo, la sexóloga y experta en relaciones de Bumble, Valeria DeBotas, nos explica los ocho principios clave que podemos aplicar en nuestras relaciones.
Entendiendo la responsabilidad afectiva
“La responsabilidad afectiva es un llamado a relacionarnos desde la empatía y la honestidad, dejando de lado el mood del individualismo, el ghosting y el turismo emocional”, afirma Valeria. Este concepto está compuesto por:
- Autoanálisis: El conocimiento propio es esencial para tener claro el tipo de relación que se busca, así como los deseos y necesidades emocionales.
- Empatía: Consiste en aprender a mirar las relaciones desde la perspectiva de la otra persona, comprendiendo que tiene sentimientos, una historia detrás, y que nuestras decisiones pueden llegar a afectarla.
- Honestidad: “Es una muestra de valentía porque ser realmente sincero no siempre es fácil cuando aceptas que no estás disponible emocionalmente”, dice Valeria. Ser transparentes es parte del proceso de autoconocimiento e integridad, ayudándote a permanecer alineado con lo que piensas, sientes, dices y haces.
- Comunicación asertiva: Implica expresar nuestro punto de vista con claridad y, de igual manera, escuchar y respetar el punto de vista de la otra persona.
- Inteligencia emocional: Las emociones juegan un rol importante al adaptarnos a diferentes situaciones, así que aprender a entenderlas y aceptarlas refleja madurez. Mejorando la manera en que gestionamos nuestras emociones, podemos reconocer y manejar mejor lo que estamos sintiendo.
- Límites claros: Establecer límites es una parte importante del amor propio y autocuidado, ya que representa un compromiso con nosotros mismos y nuestros valores. Conocer nuestros límites nos ayuda a dejar de aceptar comportamientos hirientes y tolerar inconsistencias o faltas de reciprocidad. También nos impulsa a respetar los límites de los demás.
- Respeto: Esto significa ser conscientes del lenguaje que utilizamos, practicar siempre el consentimiento y aceptar nuestras diferencias.
- Self-Responsibility: Significa estar dispuesto a aceptar las consecuencias de las decisiones que hayamos tomado, sean buenas o malas. Esto también nos permite reconocer nuestras falencias con madurez y afrontar nuestros errores a través del perdón, tomando medidas para hacer las cosas bien y reparando cualquier daño causado.
“Muchas personas desean mejorar su vida afectiva, pero ¿cuántas están dispuestas a dar pasos positivos para establecer vínculos más saludables? También vale la pena señalar que incluso los acuerdos casuales, como los ‘casi algo’ o los ‘amigos con derecho’, conllevan sus propias responsabilidades. Después de todo, las relaciones sanas y satisfactorias de cualquier tipo se basan en la responsabilidad emocional”, concluye Valeria de Botas. |