Este 29 de octubre se conmemora el Día Mundial de la prevención de los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV), episodios traumáticos que a consecuencia de la ausencia de oxígeno en el cerebro producto de una isquemia -obstaculización en el flujo sanguíneo- o por una hemorragia cerebral, pueden causar la muerte o dejar importantes daños neurológicos o provocar una discapacidad física.
De hecho, los ACV son la principal causa de muerte a nivel mundial y son responsables de más del 50% de la discapacidad en adultos. En Chile las cifras no son más alentadoras. Según el Ministerio de Salud las muertes por cusa de esta afección se encuentran entre las tres de mayor concurrencia a nivel nacional y se estima que una de cuatro personas sufrirá un episodio de este tipo a lo largo de su vida.
Pese a las duras estadísticas, los Accidentes Cerebro Vasculares son prevenibles en un 90% gracias a una dieta balanceada, ejercicio físico, control del estrés y reducción en el consumo de alcohol, cigarro y drogas. Si bien ello permite aminorar los riesgos, cuando un ACV se presenta necesita ser identificado oportunamente y tratado a tiempo.
Cada minuto, cada segundo puede marcar la diferencia entre la vida, la muerte, un daño neurológico o una discapacidad permanente. Es por lo que, saber detectar sus síntomas y actuar correctamente para derivar a tiempo a un centro de salud apropiado, requiere de gente capacitada para actuar.
Con esos antecedentes se hace imperioso contar en Chile con Espacios Cerebroprotegidos, vale decir, recintos preparados con un porcentaje de sus trabajadores entrenados para identificar un ACV y actuar de acuerdo con protocolos establecidos.
En España, la Fundación Freno al Ictus (en Chile se denomina ACV al Ictus) es la encargada de la educación preventiva y ya son varias las empresas e instituciones que han comprendido la relevancia de actuar proactivamente. Así espacios como el Estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid, el Senado de España, la Cruz Roja además de bancos, aseguradoras, medios de comunicación, entre otros, ya cuentan con este sello que avala que al menos al 25% de su personal puede identificar, actuar y derivar en caso de enfrentarse a una emergencia por ACV.
No esperemos que sea ley. Pasemos hoy de la prevención a la acción y promovamos por todo Chile Espacios Cerebroprotegidos que nos dejen del lado amable de las estadísticas.