Una mujer pasa en promedio 2.280 días de su vida menstruando y, en pleno siglo XXI, se estima que poco más de 500 millones de mujeres tienen dificultades durante su ciclo, como el acceso al agua, a instalaciones sanitarias y, sobretodo, sufren de desinformación. Es por eso que cada 28 de mayo celebramos el Día Internacional de la Higiene y Salud Menstrual, una fecha en el calendario dedicado a sensibilizar y concientizar, tanto a mujeres como a hombres, sobre la importancia de romper los tabúes y estigmas que aún existen en torno a las menstruación.
Hoy, cada vez más países en el mundo optan por incorporar la educación menstrual en sus programas escolares, lo cual es una herramienta clave para brindar información sobre la menstruación de manera inclusiva y sin tabúes, tanto a niñas como a niños. Uno de los temas sobre los que están hablando y aprendiendo las nuevas generaciones es la menarquia, o primera menstruación, un hito importante en la vida de una mujer, pero que, lamentablemente, muchas jóvenes experimentan sin contar con la información adecuada ni el apoyo necesario.
Trabajar en educación es fundamental porque la falta de conocimientos en salud menstrual y la persistencia de estigmas culturales han dejado a muchas niñas y adolescentes desinformadas, sin acceso a productos de cuidado femenino, avergonzadas e incluso en riesgo en cuanto a su cuidado y seguridad. Esto ha ocasionado, entre otras consecuencias, embarazos adolescentes indeseados, exposición a violencia sexual y que muchas mujeres tengan que dejar de asistir a las instituciones educativas y a sus puestos de trabajo, perpetuando así la desigualdad de género.
Es en este contexto que las marcas con propósito tienen un papel fundamental que desempeñar. Por ejemplo, Ladysoft, la marca de protección femenina de Softys, no solo ofrece productos, sino que también está comprometida con romper los tabús en torno a la menstruación y promover la educación en salud menstrual y la sororidad. Este trabajo la marca lo realiza gracias al poder de sus alianzas con organizaciones como WASH United y Escuela La Tribu. Con esta última, sigue capacitando a jóvenes y adultos, colaboradores y colaboradoras de la empresa, para desmitificar conceptos erróneos y fomentar un diálogo abierto y libre de vergüenza sobre la menstruación.
En última instancia, la educación en salud menstrual, tanto para hombres como para mujeres, es esencial para avanzar hacia una sociedad más equitativa e inclusiva. Al enfrentar el tabú en torno a la menstruación y establecer alianzas con expertos en el tema, podremos superar las barreras asociadas a la menstruación que enfrentan las mujeres y crear un mundo donde todas puedan vivir con dignidad, libertad y autonomía. Es hora de romper el silencio y abrir un diálogo honesto y abierto para que todas las mujeres puedan prosperar y alcanzar su máximo potencial, en un mundo donde la menstruación no sea una barrera o un factor de desigualdad.