A lo largo del mundo, cooperativas de mujeres han logrado, mediante a su arduo trabajo, proveer ingredientes frescos y naturales a la industria de la belleza, ayudando a transformar la vida de sus comunidades. Gracias a estas mujeres extraordinarias e inspiradoras, LUSH ha sido pionera en generar alianzas con e comunidades, logrando que ellas reciban ingresos durante todo el año.
Ejemplo de ello, es el trabajo en conjunto que lleva a cabo con la Cooperativa de Mujeres de Ojoba, Ghana.
En Ghana los Frafra son agricultores de subsistencia, lo que cultivan es para la familia, no para la venta. Cosechan pequeños trozos de tierra durante la estación de lluvias y guardan así reservas para cuando llega la sequía, conocida localmente como época de hambruna, porque en ese tiempo no crece prácticamente nada.
Gracias a la cooperativa de Ojoba, más de 400 mujeres han cambiado el curso de su historia, pudiendo sustentarse en épocas de escasez y permanecer en sus comunidades, ya que desde su creación ya no están obligadas a migrar junto con tener la oportunidad de proporcionar educación y seguro médico a sus hijos.
Esta cooperativa supo aprovechar una zona repleta de árboles de karité y la sabiduría de las mujeres de la comunidad, cuyas habilidades han adquirido generación tras generación. Gracias a su trabajo en ella, sus mujeres tienen acceso a un sistema de micro financiamiento, por el que pueden solicitar fondos para establecer su propio negocio.
Los beneficios de la manteca de karité la hacen un ingrediente popular en las cremas y lociones hidratantes porque es nutritivo y delicado. Además, contiene ácido oleico, un ácido graso saturado compatible con el sebo que produce nuestra piel de forma natural, lo que quiere decir que se absorbe bien y facilita la absorción de otros ingredientes. En LUSH es sumamente utilizado en Helping Hands, hidratante de manos, por ejemplo.
Si de superación se trata, las duras condiciones de Kenia no han sido impedimento para que mujeres Masai subsistan por ellas mismas, cultivando aloe y desechando tradiciones negativas. Es en la región de Laikipia donde LUSH obtiene su aloe, donde a través de la colaboración con un grupo de mujeres, han contribuido significativamente a mejorar tanto sus ingresos como su calidad de vida mediante el cultivo y aprovechamiento de esta planta.
En la asociación Twala Cultural Manyatta, ellas comenzaron plantando aloe utilizando prácticas de permacultura en 4.000 metros cuadrados cedidos por los hombres de la comunidad, a los que tuvieron que convencer de un proyecto que ahora se ha convertido en un medio de vida.
El aloe, cuyas propiedades curativas son muy conocidas, es uno de los remedios naturales más antiguos. Ayuda a reducir rojeces, calmar el picor y tratar las quemaduras solares, además de suavizar y proteger la piel.
Gracias a los beneficios de este ingrediente, no solo este grupo de mujeres han sido beneficiadas, sino también los clientes de LUSH, quienes suelen recurrir a su hidratante corporal Pansy como una solución efectiva en cuanto a hidratación.
Otro ejemplo de trabajo en conjunto es la asociación de LUSH con la Cooperativa de Mujeres Re-wrap, Mysore en India para la reutilización de tejidos, la cual cuenta con más de 250 trabajadoras que tienen acceso a importantes prestaciones, como pensión y seguro familiar. Además, cada año se organiza una excursión a un lugar religioso o histórico escogido por las artesanas.
Y, es que, después de un terrible terremoto que azotó la zona, y cuando las máquinas empezaron a imponerse a las actividades de bordado tradicional, esta empresa autofinanciada llegó a diferentes cooperativas, ofreciendo a los artesanos la oportunidad de practicar oficios tradicionales con dignidad y una mayor seguridad financiera.
Reciclaje, recuperación y reinvención son los principios para crear productos reciclables y reutilizables, incluyendo bolsas, delantales, envoltorios de regalos, accesorios de cocina, bolsas de tela y delantales utilizados por los trabajadores de LUSH.
Parte fundamental de la filosofía de LUSH es el comercio justo. Por esta razón, hoy en día trabajan en conjunto con la cooperativa Re-wrap, en Mysore de India para la elaboración de su bolsa reutilizable Fighting Animal Testing.
Ella tiene impreso su icónico logo Fighting Animal Testing (luchando contra la experimentación animal), con dos conejos boxeadores y, cada vez que se compra una de estas bolsas no solo ayudas a concientizar sobre la experimentación animal, sino que también se ayuda a que esta cooperativa ofrezca formación y empleo como artesanas de productos textiles y sostenibles.
Más información en www.lush.cl